Este miércoles 8 de octubre dejó de existir el entrenador de Boca Juniors, Miguel Ángel Russo, quién tuvo un paso por Chile en 1996 cuando dirigió a la U en esa histórica campaña donde los azules llegaron a las semifinales de la Copa Libertadores siendo eliminados por River Plate, con el infame arbitraje del juez ecuatoriano Rodas.

¿Cómo se unieron los caminos de Russo y la U? Resulta que Universidad de Chile logró el bicampeonato 1994 y 1995 de la mano del DT Jorge Lulo Socías. Todo era felicidad en el cuadro universitario, sin embargo, en la pretemporada 1996 habría un terremoto.

Los azules decidieron realizar su pretemporada en el exclusivo rancho de Nick Bollettieri a unos cuantos kilómetros de Miami. Mientras el equipo se preparaba, en Santiago el hombre fuerte de la U, Pedro Cárdenas, cerró la contratación de Fabián Pícaro Fernández, lo que provocó la molestia del entrenador.

Socías agarró sus maletas y volvió a Santiago indignado por el fichaje a sus espaldas, pero si su idea era meter presión, no fue una buena idea. La directiva azul encabezada por René Orozo, decidió el despido del histórico.

En ese momento otra vez Pedro Cárdenas (responsable de la venida de Leonardo Rodríguez) activó sus contactos en Argentina y le acercaron el nombre de un entrenador joven: Miguel Ángel Russo.

El otrora volante y referente de Estudiantes de La Plata, había comenzado su carrera de director técnico en 1989 a cargo de Lanús, para luego asumir la banca de su querido Pincharrata.

Fue así como Miguel Ángel Russo aceptó la oferta de la U y fue su entrenador toda la temporada 1996, donde tuvo una gran Copa Libertadores, pero en el Campeonato Nacional remató en quinto lugar con apenas 47 minutos, clasificando a la liguilla para ir a la Libertadores, donde fue eliminado por la UC.

¿Cómo formaba la U de Miguel Ángel Russo?

En la Copa Libertadores su equipo estelar fue con: Sergio Vargas; Cristián Castañeda, Ronald Fuentes, Cristián Traverso, Miguel Ponce; Luis Musrri, Pablo Galdames, Esteban Valencia, Leonardo Rodríguez; Marcelo Salas y Walter Silvani.