El encuentro entre Pumas y América tuvo de todo: quizá el mejor de la temporada.

Como si el 3 a 3 repleto de acciones cambiantes y emociones fuese poco, antes de que comience el juego hubo una fotografía de Guillermo Ochoa que está causando sensación.

El guardameta de Las Águilas abrazó a una niña que se acercó entre risas. Muy tierno.

Ese no fue el único acto de bondad de Memo: luego de que termine el partido, se acercó a Alfredo Saldivar, portero del rival de turno, para consolarlo luego de su mala actuación.

En el plano futbolístico, el arquero de la Selección mexicana fue una de las figuras del duelo y sacó cuatro pelotas de gol.

¡Qué grande eres, Guillermo!