Guido Pizarro partió de Tigres a Sevilla hace más de un año por diez millones de euros, pero en España no se terminó de adaptar y volvió a Monterrey, donde es muy querido por la afición.

El mediocampista argentino es amado, entre otras cosas, por gestos como el que tuvo durante la tarde de este domingo allí en México.

El ex-Lanús y hombre del Seleccionado albiceleste llegó de sorpresa al entrenamiento del equipo "PowerChair", entrenó por algunos minutos con los jugadores y hasta una cascarita disputó.

Se trata de jóvenes en silla de ruedas, con capacidades diferentes, que juegan en el club y que disfrutaron de una jornada inolvidable gracias al argentino. ¡Enorme lo de Pizarro una vez más!