Era marzo y todavía nose había suspendido el futbol por el coronavirus. El futbol mexicano fue testigo de una situación que causó revuelo: Renato Ibarra, jugador del América, fue acusado de violencia de género por parte de su pareja, Lucely Chalá.
El ecuatoriano fue a prisión e inmediatamente fue separado del plantel de las Águilas. Horas después, la víctima retiró cargos en contra y llegó a un acuerdo económico con el jugador para que éste pueda sair de la cárcel.
¿En qué consiste el pacto? El jugador debió abonarle a Lucely un departamento de 8 millones de dólares, fue obligado ir a cursos con perspectiva de género y también amantenerse alejado de su pareja, además de no podersalir del país.
Lejos de incumplirla medida, el delantero se mantiene al pie de la letra de lo encomendado: “Renato Ibarra ha sido obediente y disciplinado, cumpliendo con la pensión que arregló con su expareja, Lucely Chalá, y en el América no pierdan las esperanzas de que pueda salir del equipo”, soltó Francotirador de Récord.
Lo cierto es que el jugador sudamericano dijo presente este lunes en Coapa para realizarse estudios médicos, aunque no se entrenó con el primer equipo. Los próximos días serán clave para determinar su futuro.
