Una de las carreras más locas e intensas de la era reciente de la Fórmula 1 fue la disputada en Bakú, en 2018, donde el mexicano Sergio Pérez logró subirse al podio junto a Lewis Hamilton y Kimi Raikkonen, luego de dos temporadas sin subirse a la tarima de premiacion de la máxima categoría. Ese 29 de abril de 2018, Checo se transformó en el azteca con más podios en la historia de la F1.

 

Los entrenamientos libres del Gran Premio de Azerbaiyán de aquel año comenzaron con Sergio Pérez -en ese entonces piloto de Force India- marcando el tercer mejor crono de la práctica, registrando un tiempo de 1:45.075, lo que sería apenas un apronte de lo que se vería más tarde en la clasificación.

En la Qualy el piloto azteca quedó dentro del Top Ten, marcando el octavo mejor tiempo, quedando detrás de Vettel, Hamilton, Bottas, Ricciardo, Verstappen, Raikkonen y su compañero de equipo en esos días, Esteban Ocon. Como era de esperarse la carrera estuvo friccionada hasta el final, cuando -quizás por primera vez- la suerte estuvo del lado de Checo.

Apenas a cinco vueltas para el final, un craso error del alemán Sebastián Vettel y un pinchazo de goma en el monoplaza del finlandés Valtteri Bottas limpiaron el camino para que el mexicano, que conocía de sobra la pista, aprovechara con maestría y cabeza fría para avanzar posiciones y cruzar la meta en tercer puesto, a sólo 4,04 de Hamilton, ganador del GP.

 

 

Aquel día Sergio Pérez grabó su nombre en la historia del motor mexicano, transformándose en el primer piloto que repite podio en Azerbaiyán, y rompiendo la igualdad que mantenía con Pedro Rodríguez, alcanzando un total de 8 podios en la máxima categoría del automovilismo.