América jugaba mal, estaba con un hombre menos y apenas igualaba 0-0 frente al escolta Necaxa en el Estadio Victoria de Aguascalientes hasta que Renato Ibarra se iluminó.

El extremo ecuatoriano regateó entre dos defensas, luego perdió el balón y más tarde lo recuperó para, de zurda, sacar un disparo fenomenal desde 25 metros para el gol del 0-1.

El remate salió seco, fuerte, rasante, violento, y dejó sin algo que hacer al portero rival, justamente un canterano azulcrema como Hugo González.

Sin embargo, la alegría le duró poco al equipo de Miguel Herrera, pues el tanto del sudamericano fue a los 67 minutos y, a los 72, apareció Mauro Quiroga para igualar las acciones merecidamente.