No hace falta describir mucho el momento del Veracruz. Ya lo hemos hecho en innumerables ocasiones y hoy la Liga MX comenzó una investigación que podría terminar con su desafiliación.

Salarios atrasados, pésimos manejos y una crisis dirigencial tan grande fueron la muestra del paupérrimo nivel deportivo que los Tiburones Rojos mostraron en este semestre. Pero la situación era aún más grave que la que todos creíamos.

"Es muy difícil estar en Veracruz. Viví una situación que nunca había visto en el fútbol. Estaba entrenando y vi que uno de los juveniles empezó a vomitar agua. No vomitó comida, nada. dijo que no había comido en tres días. Allí lo llevé a comer", reveló Colin Kâzım-Richards para 'Globo Esporte'.

Por otra parte, el atacante aseveró que no quiere retornar a México, sino que quiere jugar en Brasil. Su contrato vence en dos semanas.

Los dichos del turco no hacen más que asombrarnos una vez más de un manejo que fue nefasto y lleno de irregularidades...