Monterrey venció a Xolos en Tijuana el fin de semana y quedó a un paso de la próxima Liguilla. Deberá confirmarlo de local ante el Atlas, por lo que solamente un rapto de mala fortuna lo dejaría fuera.
A pesar de que el primer objetivo será cumplido, las formas no fueron las esperadas. Y el futuro no luce prometedor.
El cierre de año de los regios será más que intenso: a la mencionada Fiesta Grande se le sumarán los últimos partidos de su grupo de la Copa MX y el Mundial de Clubes en Qatar.
NUEVO ENTRENADOR, NUEVA IDEA
La llegada de Antonio Mohamed al banquillo de Rayados significó un alivio para aficionados y directivos. Sin embargo, el estratega tiene un estilo completamente distinto a su predecesor, Diego Alonso. Los futbolistas siguen en el rumbo de esta nueva forma de juego y tendrán que consolidarla en la parte más importante de la temporada.
ELEMENTOS BAJOS DE CONFIANZA
Si bien el conjunto regio presenta una de las plantillas más competitivas del futbol latinoamericano, también es cierto que muchos están bajos de confianza y nivel. Marcelo Barovero, Miguel Layún, Dorlan Pabón, Maximiliano Meza y Rogelio Funes Mori (pese a que anotó dos tantos ante Tijuana) no están en su mejor momento. El equipo los necesita más que nunca.
DESENCANTO DE LA AFICIÓN
Así como la afición de la Pandilla demostró ser un condicionante más, también puede volverse una presión extra para el equipo si siguen jugando de esta manera. Al terminar en la parte baja de la clasificación a la Fiesta Grande, deberán ganar todos sus cruces si quieren ser campeones (a su hipotético rival también le puede favorecer el empate global). Y si de local no lo hace...
MAGROS RESULTADOS DE LOCAL
El estadio BBVA Bancomer, en otros tiempos, se caracterizó por ser un fuerte de la escuadra. Sin embargo, en este final de torneo fue todo lo contrario: de los últimos cinco juegos, solo ganó uno, perdió dos y empató los dos restantes. Si no logra agrandarse en Monterrey, no podrá tener un buen desempeño.
SIN SOLUCIONES CONCRETAS
Lo más importante. El sistema siempre salva a las individualidades. Las potencia o las suple en caso de que no estén en el mejor nivel. En los blanquiazules no pasa eso: precisan de excelentes actuaciones individuales para ganar los partidos. En caso de que en el día señalado estos no se levanten con el pie derecho, tendrán problemas.
