Sin dudas que Oribe Peralta no ha pasado buenas noches este sábado. Jugó apenas unos minutos para Chivas de Guadalajara en el Clásico Nacional, que para colmo terminó con derrota 1-0 ante Las Águilas del América por el gol que, a los 27 minutos de partido, marcó Giovani dos Santos.

 

Pero eso no sería lo peor para Cepillo, que hasta ahí estaba en igualdad de condición -y frustración- con el resto de sus compañeros de equipo. El escándalo, curiosamente, comenzó apenas terminado el encuentro, cuando las cámaras de televisión lo tomaron dialogando con algunos de sus excompañeros.

 

En las redes sociales, los aficionados del Rebaño no le perdonaron a Oribe Peralta ese diálogo, mucho menos algunas de las sonrisas compartidas con los vencedores. Tampoco buena parte de la prensa mexicana, siempre agazapada esperando hacer de una chispa un incendio.

Al notar cuanto revuelo se había montado en torno a la escena, el experimentado delantero se expresó con un descargo en redes sociales: "El fútbol es un deporte de caballeros. Todo caballero sabe que el duelo deportivo termina cuando silba el árbitro y no debe traspasar esa frontera. Al igual que la afición, desearía que el resultado fuera diferente; sin embargo, la mejor manera de sobreponerse y que el equipo esté preparado para los retos por delante es aceptar la realidad del resultado", comenzó escribiendo.

 

 

Y agregó: "Así como la afición, defiendo con todo el honor y la grandeza de Chivas, por lo que representa y por el grana mor que le tengo al fútbol, y con ese mismo honor y amor, represento sus valores ante colegas de profesión y amigo de vida. Especialmente en un contexto de distanciamiento sociales como el que vivimos. Fomentemos el respeto y la unión".