Los medios de comunicación han ido de la mano del deporte en muchos sentidos. En cosas buenas como malas. Entre ellas, en que ambos tienen entre todas sus distintas funciones un fin, vender. Y algunos medios lo hacen a cualquier costo. El negocio se ha puesto por encima de muchos de los valores periodísticos y la portada de Metro es una prueba de ello.

El caso de Víctor Guzmán es grave. Pero no únicamente para el jugador y los dueños de su ficha, sino también para la sociedad. Si es que verdaderamente se busca reducir los consumos, haciendo mención de ellos en forma de broma no es una forma adecuada para llegar a ese fin.

El chiste fácil no debería ser a cualquier costo, ni siquiera si eso garantizara tener muchas más ventas de la media. Valoremos el deporte, como así también al periodismo.