Ya en el primer partido, Franco Armani demostró su déficit en el juego con los pies. Hoy lo volvió a hacer.

Ante Paraguay, el arquero de la Selección Argentina se ganó una amarilla por un mal control que casi termina en gol rival.

Roberto Junior Fernández atrapó el balón con sus manos y salió largo en busca del contragolpe a la espalda de Nicolás Otamendi.

Allí apareció Armani, quien salió lejos pero mal perfilado. Intentó controlar en vez de despejar de primera y el resultado fue peor.

El control quedó en los pies del rival, a quien debió bajarlo de una patada.