Desde los días previos al Superclásico, mucho se habló del clima y del papel que iba a jugar en la primera semifinal de la Copa Libertadores.
Aunque no llovía durante el River-Boca disputado en el Monumental, el viento sí se hizo presente y quien lo sufrió más que nadie fue Esteban Andrada.
En el comienzo del segundo tiempo, Gonzalo Montiel desbordó una vez a Emmanuel Más e intentó el centro hacia la cabeza de Rafael Santos Borré.
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Sin embargo, la imprecisión y el viento a favor hicieron lo suyo y el balón le cambió la trayectoria al arquero del Xeneize.
El centro pegó en el segundo palo y salió al medio del área, pero nadie de River pudo marcar el 2-0.