No falta nada para las elecciones en Boca. El oficialismo, con Daniel Angelici como bandera moral, se mide ante Juan Román Riquelme. Para muchos, está todo terminado. 

Juan Carlos Crespi acompaña a Christian Gribaudo y su presencia no está ayudando mucho al candidato a presidente. Hace unos días aseguró que "ojalá que las gallinas se pongan contentas si seguimos nosotros, porque el año que viene les vamos a romper el culo".

Ayer, en uno de los últimos actos de campaña, tiró: "Si digo algún exabrupto, mañana aparezco hasta en la Billiken. Soy el más grosero por amar a Boca".

Pero lo mejor vino después, cuando tiró una frase que despertó las risas de los hinchas Millonarios: "Tenemos que pelear contra las gallinas, los que nos sacan de las copas en los escritorios de la Conmebol. Si las gallinas se ponen contentas porque ganamos, que se vayan a la puta que los parió. Si ganamos, gana Boca".

"Tenemos una obligación moral. Es una elección diferente. Hay agentes extraños a lo que somos los bosteros. Quieren desunirnos. La elección no es contra los ídolos, sino que es para defender a Boca", cerró.

Es difícil entender la estrategia política del oficialismo disparando contra el máximo ídolo de la historia del elenco de la Ribera y usando insultos constantes como lo hace Crespi.