Hay muchos futbolistas que hoy cuentan con un nivel económico totalmente distinto en comparación con el que nacieron, con el que sufrieron durante sus infancias.

Un ejemplo puede ser Sebastián Villa. En diálogo con el diario Olé, el jugador de Boca contó detalles de su durísima vida en Colombia.

"Mis inicios como jugador fueron muy difíciles. No tenía plata para viajar a entrenar. Recuerdo que un día vendí un pedazo de chatarra y me dieron 8.000 pesos colombianos. Yo estaba feliz. Recién ahí pude ir a entrenarme para hacer las pruebas. Quedé seleccionado en Tolima y ahí arrancó mi carrera", empezó.

Pero, sin dudas, lo más duro para él y todos fue cuando recordó que sólo comía una vez al día porque no tenían dinero para una segunda comida diaria. 

"Hasta los diez años, comía nada más una vez al día. Algún pedazo de chicarrón, de arroz, de lentejas o de lo que hubiera. Lo más doloroso era ver a mi mamá y a mis hermanos sufrir", contó.

Igual, aseguró: "No me da pena contarlo. De hecho, estoy muy orgulloso de la familia que me tocó, y más aún de poder ayudarlos a salir adelante".

"Cualquier jugador quiere sacar adelante a su familia. Siempre lo tuve claro. Es muy bonito poder brindarle un buen futuro a tus seres más queridos. Me encanta haberme ganado, gracias a ellos, la posibilidad de ayudarlos y hacerles regalos", cerró.

¡Que alegría verte así, crack!