La tercera fue la vencida para Ecuador, que logró torcer la maldición de los penales en el Mundial de Polonia e igualar el partido de octavos de final ante Uruguay con una ejecución desde los doce pasos.
La mala puntería en esta materia llegó a poner incluso en peligro la clasificación ecuatoriana en fase de grupos: Rezabala había fallado en el empate 1-1 ante Japón y Campana en la derrota 1-o con Italia.
El encargado de poner fin a la racha negra fue Alexander Alvarado, que a los 31 minutos engañó al arquero uruguayo e igualó las acciones para La Tri.
Uruguay se había puesto en ventaja en Lublin con tanto de Ronald Araujo a los 11 minutos.