Un 18 de diciembre del 2011, Barcelona ganó su segundo Mundial de Clubes y fue a un paso arrollador ante el Santos de Neymar.

Los de por entonces Pep Guardiola vapulearon a su rival desde el principio. Lionel Messi abrió el marcador, Xavi anotó el 2-0 y Cesc Fábregas puso cifras de goleada para antes del entretiempo.

Casi ocho años después, Elano, quien ingresó por el lesionado de Danilo a la media hora de juego, contó una infidencia del partido: le pidió piedad a Messi en pleno encuentro.

"Por el amor de Dios, danos un descanso", le dijo el mediocampista al Diez, que estaba imparable ante la defensa brasileña. 

Messi no se quedó callado: "Estamos aquí jugando a la pelota. Si ustedes no juegan, nosotros lo haremos. Juguemos". Terminó por hacer el cuarto a ocho minutos del final...