Por la Copa ArgentinaBoca jugó ante Claypole, último campeón de la Primera D y ahora equipo de la C, tal vez uno de los peores partidos de su historia.

Con el juego que puede tener un equipo amateur de los domingos a la mañana, el Xeneize no pudo con la defensa del rival.

En el primer tiempo se fue empatando por 1-1 gracias al gol de Sebastián Villa, quien no entendió nunca donde estaba jugando.

Sin embargo, en el segundo tiempo, Miguel Ángel Russo metió mano y metió a Gonzalo Maroni, quien juega poco y nada.

Rápidamente, el mediocampista se conectó con Edwin Cardona, entró al área, enganchó y marcó el segundo para Boca.

Por lo menos no metió baile.