El fútbol de ascenso, plagado de canchas de tierra, tribunas a medio a terminar y ese ambiente especial que es imposible de encontrar en los partidos de élite, tiene miles de historias verdaderamente insólitas.

En las últimas horas, se conoció una más: la de Santiago Bigote López, uno de los goleadores de la Segunda División de Uruguay.

El delantero renovó contrato con el club y puso una cláusula insólita. No pidió millones en variables como las estrellas de Europa o exigirle al entrenador ser capitán del equipo: él solamente pidió que lo dejen ir cuando toca su artista favorita.

Sí, así como leen. Con previo a aviso, si hay un recital del Indio Solari podrá ausentarse a los entrenamientos y partidos de su equipo.

Bendito sea el fútbol de ascenso.