El 2020 parece haber comenado con todo para los fútbolistas peruanos. No lo decimos por sus buenos renidmientos, sino justamente por lo contrario. 

En solo unas cuantas semanas, los casos en indisciplina han sido reiterativos. Días antes que termine el año pasado, comenzó la tendencia con Kevin Quevedo, quien como consecuencia fue desconvocado de la Selección de Ñol. 

Luego, todas las miradas se las llevaron Ascues y Deza. Los de Alianza no tenían ni una semana de pretemporada cuando sus jugadores fueron ampayados organizando una reunión. 

Ahora, el propio Juan Carlos Oblitas agregó un caso: el de Martín Távara. El futbolista de Sporting Cristal terminó siendo también desconvocado como consecuencia de sus actos. 

"A mí me duele que Távara y Quevedo hayan salido de la selección. La decisión de sacarlos fue por un tema de inconducta y Ñol tuvo que tomar una decisión", contó el director de Selecciones de la FPF. 

Así, la sub23 pierde un jugador. El jugador, por su parte, también pierde una oportunidad. Además, los antecedentes comienzan a jugarle en contra y todo sabemos que eso pesa y mucho.