Debido a la partida de Darío Benedetto a Olympique de Marsella, Boca Juniors salió con todo a buscar un delantero para reemplazarlo. Sin embargo, todavía no pudo conseguirlo.
Uno de los apuntados por el equipo comandado tácticamente por Gustavo Alfaro fue Franco Di Santo, atacante argentino de extensa trayectoria en el viejo continente.
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Sin embargo, el artillero nacido en la provincia de Mendoza terminó convirtiéndose en refuerzo de Atlético Mineiro de Brasil. Y Lucas Pratto fue clave en esta decisión.
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“Tengo una amistad de mucho tiempo con Lucas Pratto. Me habló sobre la grandeza del club y de la hinchada que siempre apoya al equipo. Me ayudó a tomar la decisión” , comenzó exteriorizando.
“Habló bien de esta institución y por el proyecto y la ambición no lo pensé mucho. Yo nunca doy una pelota por perdida y esa es una de las cosas que Lucas dice que tenemos en común. Luchar hasta el final, cualquiera sea la situación”, completó.