En ambulancia, con oxigeno y bajo la preocupación de sus compañeros y rivales, así salió de la cancha del estadio Manuel Ferreira, el jugador argentino Víctor Salazar, quien recibió un golpe en su rostro por parte de Giorgian de Arrascaeta, en el partido de ida de los cuartos de final de la Copa Libertadores, entre su Olimpia y Flamengo.
Durante aproximadamente unos diez minutos estuvo detenido el partido en Asunción, debido a que Salazar, jugador argentino a servicio del Decano del fútbol paraguayo quedó tendido en el césped de juego luego de ser golpeado, accidentalmente, por parte de un rival.
Luego de la impactante acción de juego, los brasileños se impusieron en el marcador 1-4 sobre los paraguayos y, prácticamente, pusieron medio pie en las semifinales de la competición continental sudamericana. El juego de vuelta se disputará en el estadio Maracaná, de Río de Janeiro, la semana que viene.
Sin embargo, tras los 90 minutos, desde Olimpia entregaron el parte médico del argentino quien supo jugar en su país en San Lorenzo. “Traumatismo de cráneo con pérdida del conocimiento y convulsión“, fue la misiva que entregó el equipo asunceno respecto a la salud del marcador de punta diestro.
Al futbolista le practicaron una tomografía y, después del resultado, desde el cuerpo médico de la institución tomaron la decisión de dejarlo recluido en el centro asistencial al cual fue trasladado tras la dolorosa acción de juego. En su lugar ingresó el colombiano Sergio Otálvaro.






