Esta noche, Platense y Estudiantes de Río Cuarto se enfrentaron para definir al último ascendido a la Liga Profesional de Fútbol.

El equipo dirigido por el Chocho Llop consiguió vencer a su rival por penales y se quedó con la segunda plaza.

Tras 22 años, el Calamar volverá a jugar en la División de Honor y ya sueña otra vez con codearse con los grandes.

El encuentro, disputado en el Coloso del Parque, tuvo como grandísimo protagonista a Jorge De Olivera.

El histórico arquero tapó el último penal, ejecutado por Gastón Benavídez, y celebró como loco junto a sus compañeros.

Así, los cordobeses perdieron sus dos oportunidades para ascender y deberán esperar al menos un año más.