Abriendo un Superclásico más que apasionante pese a la falta de hinchas en la tribuna, Boca y River no tardaron en posicionarse y acomodarse en el campo de juego. Ofreciendo una postura un poco más ofensiva, el equipo de Marcelo Gallardo comenzó a imponerse como el principal protagonista en busca de las tres unidades.

Recibiendo una asistencia sobre la banda derecha, Matiás Suárez, ante la presión de un adversario, optó por hacer circular el esférico en primera instancia y asistió a Nicolás de la Cruz, quien quedó de cara al arco de Boca sin ningún rival de por medio.

Saliendo a destiempo, Esteban Andrada buscó forzar la definición del atacante del Millonario. Pese a ello, el uruguayo, sacando un remate formidable por encima del guardameta del equipo dueño de casa, decidió probar suerte y disparó al arco.

Esforzándose para evitar la caída de su valla, Lisandro López. estirando su pierna y esperando hasta el último momento para asegurar lo máximo posible su despeje, terminó ahogándole el primer grito al Millonario a los 19'.