Este sábado, en el marco de una nueva jornada de fútbol, Ferro y Colegiales se midieron en un cotejo amistoso para continuar trabajando de cara al inicio de sus correspondientes competencias dentro de unas pocas semanas.

A instantes de cumplirse la primera mitad, un auténtico caos se generó en la mitad de la cancha a raíz de una actitud llamativa por parte de Gabriel Díaz, jugador del local. Cayendo al piso junto a Martín Lucero, deportista del elenco visitante, el hombre de Ferro intentó ahorcar a su adversario.

Luego de una batalla campal en la que algunos golpes de puño fueron tomados por las cámaras allí presentes, el árbitro del encuentro resolvió la situación expulsando a los dos protagonistas del llamativo episodio.

El partido, sin embargo, continuó con relativa normalidad: mediante un común acuerdo, ambas instituciones decidieron seguir el compromiso con 11 jugadores en cancha en ambos lados.