Lo sabía Juan Román Riquelme: nada, excepto una mano negra, podría impedir a la lista que decidió integrar y que encabeza Jorge Amor Ameal ganar las elecciones en Boca.

Se lo tomó con enorme compromiso y desde bien temprano el domingo se hizo presente en la carpa que se levantó en las afueras de La Bombonera para los comicios.

Primero para denucniar irregularidades, después para emitir su voto seguido por una caravana de hinchas y después ya para celebrar la victoria inapelable.

El día después, Román ya comenzó a trabajar para Boca y ya se sabe que viajará a Paraguay para presenciar el sorteo de la próxima edición de la Copa Libertadores, esa con la que tiene un romance especial.

Todavía no hay fecha para la asunción de la nueva comisión directiva Xeneize, aunque todo indica que será el viernes 13 de diciembre.

La primera decisión trascendental que deberá tomarse, seguramente con Riquelme jugando un papel clave, será la elección del nuevo entrenador para hacerse cargo de un equipo que volverá a entrenarse a partir del 2 de enero.

Según Juan Fernández, el máximo candidato es Miguel Ángel Russo, entrenador que ganó la última Libertadores de Boca en 2007, con Riquelme como capitán y figura.