Lo hizo de nuevo. Otra vez y van… Eliud Kipchoge, el hombre de la sonrisa eterna y linda, cumplió con la auto promesa que se había impuesto: volver a romper el récord del mundo de Maratón. Plusmarca que, por cierto, ya era suya. Nunca antes el ser humano corrió como Kipchoge. Ni antes de de 2018 ni previo a 2022. De Berlín a Berlín, así Kipchoge consiguió mejorar su plusmarca en 30 segundos en un maratón que ya ganó por cuarta vez (2015, 2017, 2018 y 2022), para igualar al etíope Haile Gebrselassie (2006, 2007, 2008 y 2009). De 2h01m39s a las actuales 2h01m09s, logrados ayer domingo 25 de septiembre en el Maratón de Berlín 2022, carrera con más de 45.000 inscritos de 157 países (en damas se impuso la etíope Tigist Assefa, que logró el tercer mejor tiempo de la historia, con 2h15m37s).

Colosal, no le cabe otro concepto al doble campeón olímpico de 37 años (5 de noviembre de 1984) que sigue aumentando la estela de atleta que se propuso romper todos los pronósticos. Incluso, los de su propio entrenador Patrick Sang, el hombre al que recurrió Kipchoge cuando era un chico de 15 años que quería cambiar su historia y la de los suyos.

A fines de 2000, Sang sólo se remitió a cumplir con el insistente pedido de Kipchoge. Le dio su primera rutina, más que nada para sacarse de encima a un atleta del que pocos tenían conocimiento. A los dos meses, Eliud volvió con el mismo papel, pero con anotaciones. Cada día propuesto por Sang tenía a su lado una marca, un tiempo. Allí vio su primera sorpresa el entrenador. Consistencia y dedicación, eso sintió Sang que le volvió a entregar otra planificación por dos meses más.

Kipchoge, nuevo récord mundial de maratón: 2h01m09s (Getty Images)

Kipchoge, nuevo récord mundial de maratón: 2h01m09s (Getty Images)

Al poco tiempo, Sang se enteró de dos situaciones que marcaron su vínculo hasta hoy: el joven al que poca atención le prestaba había entrado al equipo keniano para el Mundial de cross y, para darle más énfasis a lo que luego vendría, la madre de Kipchoge había sido su profesora en su época previa a la primaria.

Un año y medio después, Kipchoge se convirtió en campeón mundial de los 5000 metros en París en 2003, imponiéndose a dos atletas legendarios como el marroquí Hicham El Guerrouj y al etíope Kenenisa Bekele. En 2005 quedó cuarto, en2007 fue segundo y quinto en 2009. En su primera participación olímpica consiguió la medalla de bronce en Atenas 2004 y años después, el Pekín 2008, la de plata, ambas en 5000 metros.

El paso al maratón, el cambio definitivo:

En 2012, tras no clasificarse para los Juegos Olímpicos de Londres, Kipchoge dejó la pista y se pasó al maratón. La decisión la tomó tras esa frustración y con el antecedente de correr la media maratón de Lille (Francia), en 59m25s. No se equivocó. Confió y trabajó entre los suyos, en el campamento de Kaptagat, a unas horas de su pueblo natal en Kapsisiywa, distrito de Nandi.

Siempre prefirió la vida monástica, casi como si fuera un monje de clausura. Alejado de las estridencias y de un mundo cada vez más globalizado, Kipchoge elige la geografía en la que nació por sobre cualquier campus de entrenamiento moderno que puede elegir en cualquier parte del mundo. Allí, en Kenia, es feliz; allí sonríe y encuentra su mejora.

Por caso, la pista de Eldoret (la Kipchoge Keino) está en proceso de remodelación y allí preparó sus entrenamientos de calidad cuando la pista de tierra de Kaptagat estaba anegada por la lluvia. Las curvas del Kipchoge Stadium están tan gastadas que obliga a correr por el costado y con suma atención. Lo baños, en condiciones lamentables, los vestuarios están inutilizados. Y Kipchoge no se queja, va y se entrena con sus compañeros del NN Running Team. Lleva y se deja llevar. Cuando está en movimiento, su imagen es un imán que atrae y seduce como un bailarín arriba del escenario. El “tap-tap-tap-tap” de sus zapatillas con placa de carbono se convierte en una sinfonía cautivante.

Luego, una vez concluida su rutina, se da tiempo para sacarse fotos con todos y cada uno de los atletas (sobre todo de otros países) que usan ese óvalo roído que, allí en Kenia, es de uso público. Incluso, de los turistas que vistan su tierra natal. No reúsa una foto, un saludo en formato de video, ni firmar autógrafos. Ni cuando llueve y hace frío, y los dedos de sus manos parecen pasas de uvas por el frío de Eldoret. Él siempre sonríe y acepta sereno la catarata de fotos y de videos que le toman al paso.

Entiende su rol y no tiene un séquito de asistentes que arrían a sus admiradores. Por el contrario, es amable y no se escapa por un costado o por la puerta trasera.

Sus entrenamientos empiezan al amanecer para luego desayunar con kenyan tea y pan casero, antes de un descanso previo al almuerzo en el que el ugali funciona como fuente esencial de energía. Luego, una siesta reparadora antes del segundo turno en modo easy run (entrenamiento fácil a un ritmo muy suave), en horas de la tarde (alrededor de las 16), para regresar y seguir con su rutina austera y sencilla en la que es uno más y no acepta privilegios.

De hecho, le escapa a su condición de estrella. Sabe que lo es, pero no se sube a ningún pedestal. Cuando le tocan los quehaceres domésticos no les huye. Lava la ropa, cocina, limpia y ordena las casas que componen el cuartel general comandado por Sang, quien busca mejorar a sus atletas en todos los aspectos. Esa vida simple provoca que el espejo de Kipchoge actúe como enorme catalizador para las futuras generaciones que ven al mejor de todos como un ejemplo potenciador.

La lectura es uno de sus hábitos principales que, con el tiempo, se convirtió en una herramienta esencial en su vida. Sobre todo, después de 2005, cuando entendió el mundo que se abría ante sus ojos con el hábito de la lectura. Por eso, hace unos años, decidió armar una biblioteca en el campamento de Kaptagat con la intención de fomentar la lectura entre sus compañeros.

Maratón en menos de dos horas:

Corrió la distancia del Maratón en menos de dos horas. Lo hizo en Viena, Austria, em la prueba “Ineos 1.59”, el 12 de octubre 2019, cuando completó los 42,195km en 1h59s40s. Dos años antes (el 6 de mayo de 2017), en el circuito de Monza, en Milán, Italia, realizó un intento similar en el llamado Breaking2, cuando quedó a las puertas de las dos horas (2h00m25s). Una y otra carrera no figuran como marcas oficiales, dado que fueron dos “pruebas de laboratorio o de probeta”, como muchos la criticaron, y World Athletics no las homologó.

El uso de liebres (entre 38 y 41 en cada intento), turnándose a su alrededor para marcarle el ritmo y cubrirle el viento, al tiempo que desde el coche guía se le señalaba con un rayo láser el lugar exacto en dónde debía pisar para estar debajo del tiempo requerido. Lo mejor de esos intentos no fueron las marcas obtenidas, sino la exposición y el marketing que irradió Kipchoge. Medios de todo el mundo se hicieron eco y, en muchos casos, tuvieron al keniano en sus portadas. Entonces, ambos días ganaron el atletismo y el deporte en dosis igual, al poner negro sobre blanco y millones de personas hablando de Kipchoge y del maratón.

Kipchoge, tras cruzar la meta en el Maratón olímpico de Río 2016 (Getty)

Kipchoge, tras cruzar la meta en el Maratón olímpico de Río 2016 (Getty)

Kipchoge lo hizo de nuevo. Ahora la pregunta que le cabe al maratonista definitivo es saber si volverá a intentarlo. Tiene una ventana el año que viene, en 2023, un año antes de correr los Juegos Olímpicos de París 2024. Cita a la que llegará con 39 años con la misión de coronarse por tercera vez consecutiva, algo que hasta ahora nadie consiguió. En Tokio 2020, logró sumarse al etíope Abebe Bikila (Roma 1960 y Tokio 1964) y al alemán Waldemar Cierpinski (Montreal 1976 y Moscú 1980) como los únicos corredores en ganar dos medallas de oro consecutivas en los Juegos Olímpicos en la distancia del maratón.

Ya ni valen las comparaciones para contrastar al maratonista definitivo. Eliud Kipchoge, Su Majestad del Maratón. El humano que ganó 15 de sus 17 maratones.

Los parciales de Eliud Kipchoge en el Maratón de Berlín 2022:

  • 5km: 14m14s
  • 10K: 14m09s (28m23s)
  • 15K: 14m10s (42m33s)
  • 20K: 14m12s (56m45s)
  • Medio Maratón: 59m51s
  • 25K: 14m23s (1h11m08s)
  • 30K: 14m32s (1h25m40s)
  • 35K: 14m30s (1h40m10s)
  • 40K: 14m43s (1h54m53s)
  • Meta: 2h01m09s

Todos los maratones de Kipchoge:

  1. Hamburgo, 21/04/2013: 2h05m30s (ganó)
  2. Berlín, 29/09/2013: 2h04m05s (segundo)
  3. Rotterdam, 13/04/2014: 2h05m00s (ganó)
  4. Chicago, 12/10/2014: 2h04m11s (ganó)
  5. Londres, 26/04/2015: 2h04m42s (ganó)
  6. Berlín, 27/09/2015: 2h04m00s (ganó)
  7. Londres, 24/04/2016: 2h03m05s (ganó)
  8. Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, 21/08/2016: 2h08m44s (ganó)
  9. Berlín, 24/09/2017: 2h03m32s (ganó)
  10. Londres, 22/04/2018: 2h04m17s (ganó)
  11. Berlín, 16/09/2018: 2h01m39s (ganó con récord mundial)
  12. Londres, 28/04/2019: 2h02m37s (ganó)
  13. Londres, 4/10/2020: 2h06m49s(octavo)
  14. Enschede, 18/04/2021: 2h04m30s (ganó)
  15. Juegos Olímpicos de Tokio (se corrió en Sapporo), 8/08/21: 2h08m38s (ganó)
  16. Tokio, 6/03/2022: 2h02m40s (ganó)
  17. Berlín, 25/09/2022: 2h01m09s (ganó con nuevo récord mundial)

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Los últimos ocho récords del mundo, todos en Berlín:

  • 2h04m55s: Paul Tergat (KEN), el 28/09/2003
  • 2h04m26: Haile Gebreselassie (ETH), el 30/09/2007
  • 2h03m59s: Haile Gebreselassie (ETH), el 28/09/2008
  • 2h03m38s: Patrick Makau (KEN), el 25/09/2011
  • 2h03m23s: Wilson Kipsang (KEN), el 29/09/2013
  • 2h02m57s: Dennis Kimetto (KEN), el 28/09/2014
  • 2h01m39s: Eliud Kipchoge (KEN), el 16/09/2018
  • 2h01m09s: Eliud Kipchoge (KEN), el 25/09/2022

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Resultados Maratón de Berlín 2022:

Hombres:

  1. Eliud Kipchoge (KEN): 2h01m09s
  2. Mark Korir (KEN): 2h05m58s
  3. Tadu Abate (ETH): 2h06m28s

Mujeres:

  1. Tigist Assefa (ETH): 2h15m37a
  2. Rosemary Wanjiru (KEN): 2h18m
  3. Tigist Abayechew (ETH): 2h18m03s