Tras el retiro de Usain Bolt, la gran estrella del atletismo y del olimpismo en general, el trono de los 100 metros llanos, la prueba más reconocida de la máxima cita del deporte, quedó vacío tras tres títulos seguidos del jamaiquino. Este domingo Lamont Marcell Jacobs se impuso en la final de Tokio 2020 con una marca de 9.80 segundos y se consagró como el más rápido. 

Tryvon Bromell era, en la previa, el máximo candidato a quedarse con la medalla dorada en la prueba, pero llegó tercero en su serie de semifinales con una marca de 10.00 segundos y no pudo acceder a la carrera que definiría al campeón olímpico. 

 

En la previa, una partida en falso dejó afuera de la definición al británico Zharnel Hughes, por lo que finalmente corrieron siete velocistas en busca de las medallas. Con Bromell afuera y la inestabilidad de las marcas en las clasificaciones, el campeón estaba abierto y hubo lugar para la sorpresa. 

En su primer Juego Olímpico, Lamont Marcell Jacobs se impuso con récord europeo. El italiano no estaba entre los favoritos a ganar la prueba en la previa, pero alcanzó una velocidad de 43,3 kilómetros por hora sobre el cierre de la recta y se llevó la prueba. 

 

Fred Kerley, de Estados Unidos, consiguió su mejor marca personal, con 9.84 segundos, y se llevó la medalla de plata, mientras que el canadiense Andre De Grasse, otro de los candidatos a ocupar el trono de Bolt, se colgó la de bronce con 9.89 segundos, su mejor crono histórico.