Durante los 90 minutos, James Rodríguez se jugó un auténtico partidazo. Si no es por el portero rival, el colombiano hubiese terminado como la gran figura del encuentro. Eso sí, fue el más destacado en la plantilla Merengue.

Esta vez, Zinedine Zidane le dio la oportunidad de jugar todo el partido. Tras su recuperación, lo mandó directo a la cancha y fue pieza clave en la agónica victoria del Real Madrid sobre el Levante.

 

Las 5 claves del partidazo de James:

1. Lo dijo el mismo Zidane: ¡la motivación! Hace mucho que no se veía un James en cancha con tanta actitud. Mucho menos cuando volvía de una lesión: trataba de exigir para no recaer. Sin duda alguna, quiere ganarse un puesto en la titular.

2. Sociedades en el ataque: Rodríguez manejó los hilos del equipo. Se juntó con Benzema (asistió para un gol), amplió la cancha con Vinicius Jr y Lucas Vázquez. Además, se conectó bien con Kross, Casemiro y siempre dio alternativas de salida a los defensas.

3. Sacrificio en defensa: en el segundo tiempo, James se dejó la piel recuperando un par de balones en mitad de cancha. Bajó casi hasta su propia portería para dar una mano en la retaguardia.

4. Posicionamiento: al colombiano se le nota cada vez que hace mejor la lectura del juego, tanto en ataque como en defensa. Cubre diversas partes del campo y lo hace para ser influyente. La pelota siempre pasó por sus pies.

5. Recuperación de la lesión: el parón en el fútbol de clubes por la fecha FIFA fue vital para el cucuteño. Durante esos días se dedicó a fortalecer la parte física y tuvo un despliegue casi que desconocido en él. Fue al piso, corrió, se exigió y ayudó en todas las trasiciones.