En Old Trafford, Barcelona había ganado 1-0 de la mano de Luis Suárez. En el Camp Nou, Manchester United tuvo un arranque casi perfecto.

A los treinta segundos, Marcus Rashford ya había estrellado un remate en el travesaño y la visita dominaba la posesión y el partido.

Sin embargo, eso duró hasta que quiso Lionel Messi: a los 16 minutos, el Diez recuperó el balón, tiró un caño y marcó un golazo para abrir el marcador.

Cuatro minutos después, el argentino le dio de derecha desde afuera del área y, con complicidad de David De Gea, llegó el 2-0 del Barcelona. Gol y partido.

En la segunda parte, el Diez bajó el ritmo pero apareció otro golazo: Philippe Coutinho apareció desde media distancia y la clavó en un ángulo.

Así, Barcelona goleó 3-0, dominó al Manchester United y volvió a estar entre los cuatro mejores de Europa.