Se jugaba el segundo tiempo y Juventus continuaba sufriendo ante un Olympique de Lyon que se plantó de manera interesante en territorio italiano.
En la ida desarrollada en Francia, el equipo que partió como víctima para todos los pronósticos se impuso por la mínima diferencia y con esa ventaja viajó a Turín.
Para colmo, a poco de comenzado el compromiso, el árbitro sancionó un pena len favor de los visitantes y Memphis Depay la picó para cambiarlo por gol.
Luego fue él. Sí, fue Cristiano Ronaldo. A través de otro penal polémico, el interminable astro portugués estampó el 1-1 y le dio vida a los de Maurizio Sarri.
Más tarde, ya a los 15 minutos de la mencionada etapa complementaria, quien volvió a aparecer fue el crack, el diferente. Esta vez, para marcar un golazo épico.
De zurda, Cristiano Ronaldo sorprendió a propios y extraños con un bombazo infernal al ángulo que puso el 2-1 y dejó a Juventus a tiro de la clasificación.