Apenas cinco minutos tardó Juventus en comenzar a doblegar en su estadio al Young Boys de Suiza, por la segunda jornada de la fase de grupos de la Champions League.

Para lograrlo necesitó de una jugada de dos toques que, pese a su sencillez, estuvo cargada de calidad. Porque Bonucci puso una asistencia quirúrgica desde la mitad de la cancha y Paulo Dybala definió de primera, sin dejar que el balón tocara el piso.

El remate del argentino se metió pegado al poste, haciendo inútil el intento de reaccionar del portero David von Ballmoos.