Lazio ha dado, tal vez, el gran golpe sobre la mesa de fin de año en el fútbol europeo, conquistando la Supercopa de Italia nada menos que en la cara de la Juventus de Cristiano Ronaldo.
Por esas cosas que tiene el fútbol en estos tiempos, el partido se disputó en la lejana ciudad de Al-Riyadh, en Arabia Saudita, y al equipo romano, aunque parezca insólito, casi se le queda allí su trofeo.
Sucedió cuando los jugadores de Lazio enfilaban para subirse al avión que los devolvería a territorio italiano, pero hubo una muy particular etención cuando llegó la hora de pasar por el detector de metales.
Claro, el agente de seguridad muy probablemente no tenía ni idea de que allí se había jugado, hacía unas horas, una final de fútbol. Y casi que logra lo que no pudieron ni Cristiano, ni Dybala: dejar sin Supercopa a Lazio.
Finalmente, el episodio apenas quedó en anécdota y el equipo capitalino regresó a Roma trofeo en mano, para cerrar 2019 de la mejor manera.
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En la finalísima, fue triunfo 3-1 sobre Juventus, con goles de Luis Alberto, Senad Lulic y Danilo Cataldi. Para los de Turín, Paulo Dybala había anotado el empate parcial.
