Estalló la polémica en Zagreb. El Dinamo lograba dar la sorpresa de manera parcial y le ganaba al Manchester City desde los 10 minutos. 

Pero los de Guardiola no se quedaron de brazos cruzados, buscaron por todos lados y a los 32, lograron empatar.

Gabriel Jesús completó con su cabeza un centro que le llegó desde la derecha y estampó el 1-1 parcial.

Pero al instante, el capitán rival se le vino encima, para que segundos más tarde se sume todo el equipo local.

Pasa que había un jugador del conjunto croata que estuvo en el suelo durante toda la jugada, pero nunca decidieron tirar el balón fuera.

El VAR no vio nada extraño, y el árbitro dio continuidad al juego. Fue todo legal, pero hubo falta de fair-play, sin dudas.