Luego de muchas idas y vueltas, la UEFA había tomado una decisión drástica. El ente regulador, ante la falta de compromiso de los dirigentes del Milan por cumplir el Fair Play Financiero, decidió castigar a la institución negándole poder participar de las siguientes dos ediciones de torneos internacionales.

El problema recaía en que, justamente, el elenco de Italia se encontraba clasificado a la próxima Europa League, ya que había culminado sexto en la Serie A con 64 unidades cosechadas.

Así, el Milan sufría un duro golpe de cara a un futuro más que cercano, pero lo peor todavía no había llegado. Lógicamente, ante la imposibilidad de mostrarse a grandes escalas, varios jugadores comenzaron a gestionar su salida del club.

La institución integrada por los deportistas argentinos Lucas Biglia y Mateo Musacchio, sin embargo, no se dio por vencida. Los dirigentes apelaron en todo momento ante la decisión tomada por UEFA... y finalmente las quejas rindieron sus frutos.

El Tribunal de Arbitraje Deportivo, luego de varios debates, terminó revocando la sanción aplicada por el ente europeo, por lo que Los Rojinegros podrán disputar certámenes internacionales.