Desde 2003 hasta 2009, Cristiano Ronaldo defendió la camiseta de uno de los equipos más importantes de Europa y del mundo como Manchester United. En la mítica escuadra de Old Trafford, el portugués no comenzó de la mejor manera, pero luego se terminó convirtiendo en una pieza absolutamente fundamental. A tal punto de que fue comprado por Real Madrid por una auténtica fortuna y posteriormente considerado por muchos como uno de los mejores jugadores del planeta.
Durante su estadía en Inglaterra, el hombre que debutó profesionalmente en 2002 vistiendo los colores de Sporting de Lisboa compartió equipo con muchas figuras de renombre internacional. Una de ellas fue Gary Neville, recordado lateral derecho que jugó en Manchester United durante casi dos décadas, más precisamente desde 1992 hasta 2011. Como consecuencia de ello, el exdefensor inglés tiene autoridad absoluta para hablar de la escuadra británica y de sus nombres propios.
“Al principio, en los dos primeros años, era frustrante ver jugar a Cristiano Ronaldo. Muchos en el vestuario lo pensábamos”, comenzó exteriorizando Gary Neville, que disputó los Mundiales de Francia 1998 y Alemania 2006 con la Selección de Inglaterra, refiriéndose al complicado comienzo que tuvo el ahora astro portugués en Manchester United. De todas maneras, y, también en declaraciones brindadas con ‘Sky Sports’, Neville brindó precisiones sobre lo que vino después.
“Y, de repente, su fútbol empezó a aparecer. En la temporada 2006-2007 fue increíble. Tenía más hambre que nadie, había fuego en su fútbol. Miras esa temporada y todos los aspectos negativos de su fútbol desaparecieron. Su defensa, su regate, sus toques de más, todo se esfumó. Una vez que un jugador empieza a marcar 30 ó 35 goles o a dar 15 ó 20 asistencias, lo das todo para él”, continuó manifestando Neville sobre el rotundo cambio que hubo en Cristiano Ronaldo.
Por último, el hoy exjugador de 45 años de edad habló sobre las aspiraciones del portugués:“Era uno de los pocos jugadores que reconocía que los trofeos individuales eran importantes para él. Tenía una obsesión con marcar goles, con aplicarse todos los días, con ser el mejor. Fue subiendo su nivel cada año. No tengo dudas de que querrá seguir jugando y superar los números de Pelé. Quiere ser el mejor de todos los tiempos y a su vez garantizar que los equipos en los que juega tengan éxito”.
