Hace 6 años, estaba en la gloria máxima. Había pasado del Borussia Dortmund al Bayern Munich, el equipo más grande de Alemania y de los mejores del continente, para a continuación ser convocado por Joachim Löw para viajar al Mundial de Brasil 2014.

Para muchos, Mario Götze estaba tocado por la varita mágica: entró desde el banco de suplentes en la final ante Argentina y a nada del final, marcó el gol del triunfo en el tiempo suplementario para sellar la victoria agónica por 1-0 dándole el trofeo más preciado a su país. 

De igual manera, desde allí las malas comenzaron a llegar: estuvo dos temporadas más en Munich con un muy bajo nivel, para finalmente regresar a su anterior equipo. Allí, tampoco pudo recuperar su potencial y era más respetado por lo que había realizado en el pasado, que por su presente.

Cuando la temporada 2019/20 dijo basta, el futbolista decidió no renovar su contrato y se volvió un agente libre con su pase en mano, decisión que hasta hoy nos cuestionamos si fue la mejor. Pasa que por ahora, no tiene dónde jugar.

Con 28 años, quedó varado y lejos de las principales ligas del planeta: las mismas cerraron su libro de pases obligando a Mario a seguir su carrera, si es que lo desea, en algún torneo de menor importancia. Algo que no encaja para nada con su trayectoria.

¿El dato más contundente? Supo valer 55 millones de euros según el portal Transfermarkt, allá por febrero del año en que fue el gran héroe germano. Ahora, con suerte alcanza los 11 millones de la misma moneda.