Una sola muerte es una muy mala noticia. Sin embargo, es imposible no pensar que en Italia, uno de los países más golpeados por el coronavirus en el mundo, no signifique una señal de esperanza el hecho de que en las últimas 24 horas se haya registrado el menor número de víctimas fatales producto de la enfermedad desde el pasado 19 de marzo. Las autoridades sanitarias creen que el pico empezó a quedar atrás.

Fueron un total de 525 muertes en un día, una cifra que todavía se juzga altísima en relación con lo que está sucediendo en Latinoamérica. En total, las víctimas fatales con que el coronavirus ha castigado a Italia ascienden a 15.887, siendo esta la principal razón por la que no es prudente hablar de buenas noticias por una baja en los porcentajes que, sin embargo, siguen siendo altísimos y dejando a miles de familias destrozadas.

El presidente del Instituto Superior de Sanidad, Silvio Brusaferro, explicó en su última rueda de prensa que "la curva de transmisiones ha iniciado la ralentización, también la de fallecidos. Son dos datos positivos que demuestran que las medidas aplicadas están dando resultados". Aunque el funcionario llamó a seguir respetando el aislamiento obligatorio para controlar completamente la propagación del virus, algo que todavía se juzga muy lejano.

"Si los datos se confirman, debemos comenzar ya a pensar en una segunda fase", agregó Brusaferro, quien explicó que irán volviendo a la normalidad de forma gradual en tanto se mantenga "baja y controlada la expansión del virus". Por otro lado, el jefe de la Protección Civil italiana Angelo Borrelli destacó que los hospitales de Lombardía, la región más castigada, ubicada al norte de Italia, ya no están saturados y no necesitan trasladar enfermos ingresados en unidades de cuidados intensivos a otros centros del país.

En Italia, es la primera vez que esto sucede desde que el país ingresó en emergencia sanitaria. Sin embargo, las autoridades hicieron hincapié en que la gente siga respetando la cuarentena, ya que no todos lo hacen. Según datos oficiales, este sábado fueron denunciadas 9.000 personas por ir en contra de las medidas dictadas por el Gobierno con el fin de reducir los contagios y frenar así la propagación del COVID-19.