Por estas horas, Mauro Icardi vive sus horas más turbulentas en Inter de Milán. Es que, condicionado por las diferencias en torno a su contrato, perdió la capitanía y eso no le gustó absolutamente nada.

Como respuesta, el delantero argentino decidió no viajar a Austria para chocar ante Rapid Viena en el marco de los 16avos de final de la Europa League. Así lo confirmó Luciano Spalletti, su propio entrenador.

¿Cómo siguió todo? Icardi apartado del duelo frente a Sampdoria, por la Serie A de Italia, y subiendo fotos asistiendo a una sesión de kinesiología por una supuesta molestia en una de sus rodillas.

En ese contexto, Wanda Nara, esposa y agente del futbolista, que también se vio involucrada en el caos e incluso acusada de serle infiel al artillero con Marcelo Brozovic, precisamente uno de sus compañeros.

En primera instancia, la botinera aseguró, en el programa televisivo italiano 'Tiki-Taka', que la intención de Icardi es continuar defendiendo la camiseta de Inter. Sin embargo, no todo parece tan sencillo.

Según informó 'La Gazzetta dello Sport', al mismo tiempo, Wanda Nara puso dos condiciones para asegurar la continuidad de Icardi en el conjunto italiano: devolverle el brazalate de capitán y pedirle disculpas por haber tomado la decisión de quitárselo.