En un agónico final, el conjunto dirigido por Jürgen Klopp venció 4-3 a Borussia Dortmund, y está entre los cuatro mejores equipos de la Europa League. Los ingleses dieron vuelta la historia en el último minuto con el gol de Lovren.

Se recordará por haber sido uno de los partidos más vibrantes de la última década, en el fútbol europeo. Borussia Dortmund y Liverpool habían igualado 1-1 en la ida, llevada a cabo en Alemania. Sin embargo, este jueves, el Anfield vivió un duelo memorable.

Borussia Dortmund le ganaba 2-0 a Liverpool.

En la primera mitad, el equipo conducido por Thomas Tuchel le ganaba 2-0 a los locales con los goles de Henrikh Mkhitaryan y Pierre Aubameyang. Y hasta ese momento, el panorama parecía complicado para los Rojos.

A pesar del descuento de Divock Origi, a los tres del segundo tiempo, Marco Reus volvió a estirar la ventaja para los alemanes y estampó el 3-1. ¿Qué decía Klopp? Continuaba empujando y alentando a sus jugadores, que parecían abatidos por el resultado.

Pero un partido no termina hasta que el árbitro da el pitazo final. Y así fue, Liverpool se levantó con el aporte de Philippe Coutinho y creyó en que la remontada era un hecho posible con el 3-3 que sentenció Mamadou Sakho. ¿La afición inglesa? Apoyó a los futbolistas sin cesar.

De ninguna manera, a los ingleses les servía el empate. Y por esas cosas hermosas e inexplicables que tiene el fútbol, Dejan Lovren aprovechó un centro desde el costado derecho para meter la cabeza y hacer delirar a todos los presentes en el Anfield, quienes jamás se olvidarán del día en que remontaron un 1-3 y clasificaron a las semis de Europa League. Por eso, hoy más que nunca, dirán: “Nunca caminarás solo”.

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