Una de las curiosidades del Barcelona-Atlético Madrid se dio en el segundo tiempo y lo tuvo como protagonista a Luis Suárez.

El delantero culé estaba luchando por el balón con Diego Godín y cuando logró la posesión se desentendió completamente de la jugada. ¿Por qué? Pensó que habían cobrado falta.

Sin embargo, el árbitro Gil Manzano nunca había hecho sonar su silbato. Cuando se dio cuenta, Suárez explotó.

 

Después del triunfo por 2-0, el uruguayo contó por qué se enojó: es el pitazo había venido ¡desde el banco del Atlético Madrid!

"Me molestó porque pitaron y yo sabía de donde venía. Cuando me di cuenta había sido uno del banco de suplentes del Atlético", tiró con una sonrisa.