El auspicioso debut en la Champions League, con triunfo nada menos que ante el último campeón Liverpool, napoli confiaba en volver a sumar de a tres en su visita al humilde GENK de Bélgica, que había caído 6-2 en el debut ante Red Bull Salzburg.
Sin embargo, los dirigidos por Carlo Ancelotti no pasaron del empate sin goles e incluso corrieron serios riesgos de perder el partido.
También pudieron ganarlo, es verdad. Pero su centrodelantero, Arkadiusz Milik, estuvo desconocido y no pudo nunca encontrar la red. Falló cuatro ocasiones clarísimas, dos de ellas que fueron devueltas por el travesaño.
Tampoco pudo aportar lo suyo el mexicano Hirving Lozano, que nunca logró desequilibrar a la defensa del Genk y fue ganando en frustración con el correr de los minutos.
Los locales tuvieron lo suyo, especialmente bajo la conducción del japonés Ito, e hicieron que pudiera lucirse el portero Meret, hoy titular por sobre el colombiano David Ospina, con atajadas determinantes.
Equipo raro el Napoli de Carlo Ancelotti.