El primer tiempo, deben creernos, estuvo de sobra. Pocas llegadas, juego muy friccionado y ningún claro superador en el juego.

El complemento no prometía, pero por algo el fútbol es tan hermoso: siempre sorprende. Chelsea salió a deborarse el encuentro.

Y lo logró, de entrada, con el gol de cabeza de Olivier Giroud. A partir de ahí, el monólogo de los de Sarri comenzó y primero Pedro, luego Hazard, sentenciaron el partido. 

 

Fue Iwobi el que ilusionó a los de Emery con un golazo de otro partido, pero al poco tiempo el belga que lleva la 10 puso el 4-1 final.

De esta manera, el Chelsea es campeón de la Europa League ante un Arsenal que poco propuso y todos las miradas comienzan a posar sobre la final de la Champions League de este domingo.