Aunque la directiva de Real Madrid exige un cambio de planes, Santiago Solari recurre en los mimos modos que, hasta ahora, lo han llevado de un fracaso a otro.

Para visitar al Valladolid, en un partido que para él podría ser el último en el banquillo, volvió a dejar afuera a Isco de la convocatoria.

Claro que esta decisión no es de extrañar si se tienen en cuenta las últimas declaraciones que hizo Solari sobre el malagueño.

"Para jugar, primero hay que ponerse en forma físicamente y después tomar ritmo competitivo", había expresado el entrenador consultado acerca de las recurrentes ausencias de Isco.

Otra curiosidad que destaca en la nómina de Solari es la presencia de apenas dos delanteros: Benzemá y Cristo, quien habitualmente juega para el Castilla.