Incluso si hubiera estado pensado como guión para una de esas películas con final feliz, nadie se hubiera atrevido a sugerir semejante desenlace.
Es que el jueves ya era histórico para Irán, porque por primera vez las mujeres podían acudir a un estadio a presenciar un partido de fútbol oficial.
Ellas, con banderas y pintadas, empezaron a colmar el estadio desde una hora antes del inicio del encuentro ante Camboya, por la clasificación al Mundial de Qatar de 2022.
Ellos, los jugadores del seleccionado, también honrados por su presencia, jugaron como nunca y les regalaron una victoria sin precedentes.
Más allá de las evidentes carencias del seleccionado camboyano, Irán jugó un partido sin falencias y no dejó de buscar hasta el minuto 88′, cuando Ansarifard marcó el gol que sentenció el ¡catorce a cero!
Ahora ellas son también un talismán y que a nadie, nunca más, se le vaya a ocurrir querer dejarlas afuera de la fiesta del fútbol.