Al escucharlo, parece una locura. Un jugador diciéndole que no al Barcelona y al Manchester United, dos de los clubes más grandes del mundo, parece imposible.

Pero según informaron desde The Athletic, medio inglés, Timo Werner se habría animado a hacerlo. 

El joven atacante la rompe toda en el RB Leipzig, equipo revelación tanto en el plano nacional como internacional.

No solo le pelea de igual a igual la Bundesliga al Bayern Munich, sino que ganó de visitante la ida de los octavos de final de la Champions League, justamente con gol del futbolista alemán.

En este contexto, está en carpeta de muchas instituciones más. Y él lo sabe. Por eso, se da el lujo de elegir: su deseo sería ser dirigido por Jürgen Klopp.

Claro, nada es gratis en la vida: desde el Liverpool deben poner 60 millones de euros para ejectura la cláusula de rescisión que, desde abril, subirá su precio.

Veremos cómo termina esta gran novela que nos regala el mercado de pases.