El gran golpe de la octava jornada de la Premier League lo dio Wolverhampton en el Etihad Stadium.

A diez minutos de que se cumpliera el tiempo de juego reglamentario, Raúl Jiménez asistió a Adama Traoré, que marcó el tanto que abrió el marcador ante Manchester City.

Ya en el último minuto de adición, otra vez Jiménez asistió para una corrida fantástica de Traoré, que sentenció el 2-0.

Si bien los locales dominaron la posesión del balón, Wolverhampton había contado ya desde la primera mitad con inmejorables oportunidades de abrir el marcador.

Lo tuvo Raúl Jiménez en dos oportunidades, pero falló en la definición en ambas ocasiones. Al final, lo que no pudo marcar el mexicano lo compensó con asistencias.