Antes de emprender su década de gloria en el Bayern Munich, el holandés Arjen Robben llegó al Real Madrid con el cartel de crack, procedente del Chelsea de Inglaterra.

Y si bien en la Casa Blanca dio pruebas de todo su talento, nunca logró consolidarse y decidió, en 2009, aceptar la oferta y el ambicioso proyecto deportivo que le planteó el club más importante de la Bundesliga.

"Fue una apuesta que al principio me generó dudas, pero ahora estoy orgulloso de haberla tomado. Al principio era escéptico, no sabía si era la decisión acertada. Ahora puedo decir que cambiar el Madrid por el Bayern fue la mejor decisión de mi carrera”, expresó el holandés.

Más allá de que Munich se convirtió en su lugar en el mundo, Robben destacó también la importancia que tuvo Chelsea en su desarrollo como futbolista, ya que confió en él y le dio un lugar de privilegio cuando tenía apenas 20 años.