Todo iba a ser alegría en Real Madrid, tras el triunfo sobre Liverpool en Kiev que lo coronaba como campeón de su tercera Champions League consecutiva; hasta que Cristiano Ronaldo dio a entender que su ciclo en el club Merengue estaba terminado.

Las declaraciones del crack portugués en pleno terreno de juego sonaron a despedida y, más que en los festejos, todos comenzaron a preguntarse en Madrid cuáles podrían ser los motivos de tan sorpresiva decisión.

De ese análisis, todas las miradas apuntaron a Florentino Pérez, presidente de la Casa Blanca. Porque Cristiano Ronaldo se ha encargado de dejar en claro más de una vez que la relación con sus compañeros y con el entrenador Zinedine Zidane lo hace feliz. También que está agradecido a una afición que en ocasiones supo darle la espalda.

Pero de Florentino, nada. Y cabe destacar que a inicio de temporada el crack se mostró desilusionado de la actitud de Florentino en la negociación de una nueva renovación contractual. Como buen profesional, dejó el malestar atrás en función del objetivo, pero ahora que ya tiene su tercera Orejona consecutiva en su poder, parece decidido a cobrarse una factura.

El presidente de Real Madrid, por su parte, dijo no haber escuchado las palabras de Cristiano y avisó que hasta que el portugués no comunique personalmente el deseo de marcharse, nada habrá cambiado para él.