Que Luka Modric haya aceptado posar con la tercera camiseta del Real Madrid, que ayer mismo fue presentada en sociedad desde los Estados Unidos, es toda una declaración respecto a su futuro, ya que indica un compromiso con el club Merengue que no se vio afectado por el interés del Inter de Milán en su fichaje.
Y para mojarle la oreja al club italiano, desde donde son optimistas en conseguir el fichaje del croata, la Casa Blanca subió una historia a Instagram en la que Modric posa vestido de coral, el curioso color elegido por adidas como alternativa para la clásica camiseta blanca.
Más allá de esta aparición, Interya logró ganarse, al menos, la atención de quien fue elegido mejor futbolista de la Copa del Mundo que se disputó en Rusia ofreciéndole un salario anual de 10 millones de euros que supera ampliamente el que percibe en Real Madrid.
El centrocampista croata está en Madrid desde este lunes y mañana se le espera en Valdebebas para que comience la pretemporada y se una a sus compañeros Kovacic, Varane, Casemiro y Marcelo, últimos mundialistas en incorporarse, y que se están ejercitando con el Castilla y bajo la supervisión de Albert Celades.