El volante marroquí Oussama Tannanese despidió de Las Palmas con mucha más pena ni gloria. Apenas a dos meses de su llegada al club, reconoció que se encontraba deprimido. En diciembre, menos de 30 días después, el técnico Paco Jémez lo separó definitivamente del equipo y terminó con su aventura canaria.
Ya de vuelta en el Saint-Etienne, club que lo había cedido al equipo que hoy se encuentra en el último puesto de la tabla de posiciones de La Liga, Tannanedejó en evidencia que conocía poco y nada del destino al que llegaría como uno de los jugadores destacados.
“Nunca debí ir aLas Palmas. Cuando acepté ni siquiera sabía que el equipo estaba en una isla.No me sentía como en casa y pronto descubrí que para mí era realmente difícil poder encajar esa situación sin mis amigos, mi familia y con la barrera del idioma, ya quemuy pocos hablaban inglés y yo no hablaba español”, reconoció en diálogo con Le 10 Sport. ¡Qué despistado!